El petróleo lleva más de un siglo siendo la fuerza energética de referencia en nuestro planeta. Desde que se descubrió que este hidrocarburo podría alimentar la creciente demanda de automóviles y vehículos de todo tipo, su importancia en la historia de la Humanidad ha sido absoluta, hasta el punto de que los países con grandes reservas petroleras han logrado colocarse entre los más ricos del mundo. Es una industria que, a pesar de saberse caduca, ya que las reservas son finitas y la contaminación que produce este hidrocarburo cada vez está peor visto, todavía sigue expandiéndose en busca de nuevas reservas, de nuevos depósitos de los que extraer este oro negro. En ocasiones, estas prospecciones se llevan a cabo por un propio estado, a sabiendas de que el encontrar petróleo o hidrocarburos en su territorio puede suponer un gran impulso económico. La mayoría de veces, sin embargo, es una empresa privada la que se encarga, con el permiso de las autoridades pertinentes, de perforar el suelo.
Evidentemente, estas perforaciones no se llevan a cabo así como a sí, en el primer sitio libre que se encuentre. Antes de llegar a este punto se llevan a cabo estudios y mediciones a través de diferentes métodos y tecnologías, que cada vez son más certeras a la hora de encontrar los sitios donde hay mayor posibilidad de sacar petróleo. Cuando los estudios y los marcadores coinciden, la empresa pide permiso para comenzar con la perforación. Sin embargo, es habitual que tengan que pasar todavía unas semanas para encontrar el depósito de hidrocarburos detectado, ya que puede estar a gran profundidad, o ubicarse algo desviado del punto en el que se lleva a cabo la primera perforación. Para ello se realizan los llamados pozos exploratorios, que como su nombre indican, permiten explorar la zona del subsuelo a lo largo de una distancia considerable para dar con el petróleo que se está buscando sin tener que realizar varias perforaciones.
Qué son pozos exploratorios
Se llama pozo exploratorio a aquella perforación realizada en un suelo en el que se intuye que puede haber un gran depósito de hidrocarburos. Es la primera perforación que se realiza cuando los estudios apuntan a que se puede encontrar petróleo en la zona, y se lleva a cabo con la misión de explorar esa parte subterránea, a través de diferentes pozos que parten del primero, en forma horizontal o vertical, para cubrir una distancia concreta dentro de la cual debería encontrarse el depósito deseado. En muchos casos, los pozos no detectan ese petróleo que supuestamente se encontraba en aquel lugar, según los informes geológicos, pero sirven al menos para demostrar, a poco coste, que la zona no es interesante para realizar una perforación más profunda. A través de este método se obtiene mucha información útil sobre el subsuelo.
Pozos exploratorios petroleros
Este tipo de metodología se lleva a cabo con cualquier hidrocarburo que pueda contenerse en un depósito subterráneo, aunque evidentemente, la mayoría de empresas de perforación lo que buscan es hallar petróleo, el más valorado de estos carburos. Cuando se comienza una perforación en una zona concreta, para comprobar que los datos obtenidos en los informes son correctos, se prepara el pozo exploratorio y se adapta al tipo de suelo en el que se vaya a perforar, siempre consiguiendo información muy útil conforme se va excavando. Estos pozos son relativamente sencillos y sobre todo baratos, así que vale la pena perforarlos en cada sitio interesante, aunque solo sea para confirmar la posibilidad de que pueda haber hidrocarburos en esa zona. El gasto es mínimo y la rentabilidad puede ser espectacular.
Tipos de pozos petroleros
Como ya hemos apuntado, el pozo exploratorio es solo uno de los tipos de pozos que se llevan a cabo dentro de la búsqueda y extracción de este hidrocarburo. Su misión es perforar el suelo por primera vez y obtener información fehaciente sobre el lugar, registro del tipo de suelo, de la cercanía de posibles depósitos… Digamos que el pozo exploratorio vendría a ser como la primera etapa, aunque es una etapa importante porque sin estos datos seguramente no se podría seguir con la propia perforación. Los pozos exploratorios dan paso a los pozos de evaluación, imprescindibles para conocer las dimensiones del terreno, la capacidad del depósito ya encontrado, las opciones para sacar el petróleo de la manera más eficaz y rápida posible…
Estos pozos de evaluación aprovechan, obviamente, las perforaciones ya realizadas por los exploratorios, ya que al fin y al cabo pueden discurrir por los mismos canales. Cuando se perfora un pozo por primera vez no solo se crea ese agujero en el suelo, sino que se instala una tubería a través de la cual se pueden obtener mediciones reales del terreno. Si vale la pena seguir perforando, los pozos de evaluación trazarán el mejor camino a seguir para dar paso, por fin, a los pozos de producción, que son aquellos que extraen ya el petróleo de sus depósitos, de manera encarrilada para que pueden llegar a la superficie rápidamente. Existen también pozos de inyección y observación que suponen una ayuda en algunos yacimientos, para controlar y monitorear los datos que se van dando, pero en la mayoría de ellos basta con el pozo de extracción.
Ingeniería de perforación en pozos exploratorios petroleros
La primera perforación que se realiza en un posible yacimiento petrolífero puede ser la más importante, ya que determinará el auténtico interés que puede haber por dicho yacimiento, y si vale la pena seguir avanzando en la exploración hasta llegar a la producción. Normalmente se instala una gran torre de perforación, que suele superar los diez metros de alto. En su centro se coloca una gran broca de acero que gracias a la fuerza del motor de la torre va perforando poco a poco el terreno, permitiendo conocer además sus condiciones de una forma directa, y no a través de informes sísmicos o geológicos, que pueden ser más o menos acertados. En esta primera fase, la profundidad que se puede alcanzar es de 50 o incluso 60 metros, comprobando la estabilidad del terreno, la posibilidad de que existan acuíferos cerca, para tomar todas las precauciones… Una vez se confirma que el terreno tiene todas las papeleta para poseer un depósito de hidrocarburos, se pasa a la fase de evaluación, que se lleva a cabo ya con otros pozos diferentes y otras perforaciones.